En casa,
en calma.
Tal como éramos
cuando llegó ella.
Una tarde compartida
con Ana Vera y familia



















En casa,
en calma.
Tal como éramos
cuando llegó ella.
Una tarde compartida
con Ana Vera y familia
Sin prisas, con calma. En un entorno cercano y a la vez privilegiado. Apenas comenzaba la primavera y ella, cumplía años. Feliz y radiante. Serena. Impaciente por conocer a la persona que pronto cambiaría su vida. La tarde paseó de lo más agradable. Y fue dejando una estela de fotografías memorables, recuerdo de la silueta que fue. La que albergó la vida.
Con vosotros Ana Vera.
Y si tenéis ganas de más, aquí y aquí podéis ver la selección personal que hizo ella en su web.